Dicen que decorar un hogar íntegramente se hace sólo una vez en la vida. Yo aún recuerdo la primera vez que entré en el que hoy es nuestro hogar y empezamos a tirar muros, paredes, puertas por todos lados… Lo hicimos todo nuevo para luego ponerlo todo nuevo a nuestro gusto: decoración en forja diversa y de muchos estilos, también con cabeceros de forja antiguos, mesas, sillas, sofá, todo…
Un detalle de la reforma en nuestro piso El sito donde iba la televisión Regola en el dormitorio para las lamparitas de las mesas de noche Cambiamos de posición la puerta de entrada de la cocina Aprendimos a hacer regolas y reformas para ahorrar un poco
Sería porque éramos jóvenes y no teníamos mucho dinero o sería porque realmente estaba así escrito para nosotros, pero entre obra y decoración tardamos unos dos años en tenerlo todo «perfecto» como nos gustaba.
Nos dimos el gustazo de pensarlo todo en conjunto: estancias, colores de paredes y los muebles que más tarde habría dentro, la decoración en forja fue pensada expresamente, no sólo formas, sino también colroes. Este fue un proceso que recordamos con muchísima alegría, nos encantó. Básicamente lo que hicimos fue cada mes destinar una partida fija de nuestro sueldo a la decoración. Y así, un mes compramos lámparas que ya teníamos vistas (o sólo una lámpara), otro mes nos hicimos las mesas, otro mes fue la cama y así. Recuerdo el sabor de boca que se te quedaba cada vez una habitación tenía un cabecero nuevo, pero no cualquiera, sino, ese cabecero. Para nosotros fue fundamental integrar piezas antiguas en nuestro ambiente moderno y de líneas nórdicas, otras de diseño, otras con colores muy llamativos.
El salón de nuestra casa con una mesa de forja de líneas rectas El salón de nuestra casas desde otra perspectiva Hicimos esta mesa y también la cancela del balcón La mesa la pintamos en rojo acorde con los colores que pusimos en el salón
Todo esto, en un periodo de tiempo de dos años, que puede parecerte mucho pero que para nosotros fue estupendo. Como ya os hemos dicho antes, como la forja en sí, todo lo que merece la pena, se hace esperar, se hace a fuego lento.
¿Y tú? ¿Qué sensaciones has experimentado al decorar tu hogar? ¿Prefieres hacerlo poco a poco o tenerlo todo perfecto el día que entras por primera vez a dormir en casa?